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Crónica

    Fin de semana en Tarragona sobre perdiz

    BAJO EBRO: UNA MEDIA EXCELENTE

    El Círculo de Cazadores y Criadores de Pachón Navarro es capaz ya de desplazar dos jueces del sur –Javier Alhama (MU) y Jordi Espuny (SE)- para juzgar una prueba monográfica de la raza con casi treinta perros en Tarragona primer fin de semana de abril 2009. Organización impecable y programa, por el delegado noreste del Círculo, Jordi Cabello. La prueba se celebró en el Coto Pons, un terreno duro y seco, con buena climatología, viento ligero y éxito de participantes. Asistencia de cazadores de muchos puntos de la España oriental y excelente calidad de perros jóvenes.

    Cuando una asociación tiene éxito en la persecución de objetivos de selección, empuja a sus socios a la participación y arrastra a nuevos aficionados, propietarios de pachones. Es una especie de círculo virtuoso, que tiene una tendencia centrífuga. El Círculo de Cazadores del Pachón Navarro se abre a nuevos aficionados que acogen la calidad y la mejora como principal vínculo entre los nuevos y los veteranos cazadores comprometidos con la raza. Es para recordar que las pruebas de primavera organizadas por el Círculo son pruebas de caza-caza, lejos de las pruebas de gran búsqueda o las sofisticadas pruebas de San Huberto. Aquí el estilo de caza está al servicio de un método para evaluar sobretodo aptitudes naturales en cada perro examinado. La razón está en que, con cuatro o cinco pruebas anuales, los miembros del Círculo acuden para identificar los mejores machos, las hembras punteras de futuro y los hijos de los reproductores de años anteriores. De cara a la reproducción y selección de la raza. Las pruebas del Círculo tienen sentido en la razón de ser pruebas monográficas para la mejora de las líneas de sangre.

    La realidad de esta prueba del Bajo Ebro ha sido excelente en la clase selección, perros de menos de cuatro años. En esta clase se fundamenta el progreso de la raza. Los jueces son clave en el desarrollo de la prueba y son el eje de nuestro reglamento. En la prueba de Bajo Ebro se vieron deslumbrados por las facultades de los ejemplares presentados y dejaron de lado en las calificaciones algunas faltas de disciplina y obediencia graves en ejemplares de mucha pasión y poca disciplina. Hemos visto brillar por segunda vez –después de la prueba de Murcia- los mismos dos perros en solo un mes: Alajú Dandy (142 puntos) y Alajú Uka (159 puntos), aunque y también hemos visto el inaceptable espectáculo de un perro cruzando dos campos persiguiendo una perdiz en vuelo. Las aptitudes naturales también deben referirse a la obediencia natural, a la dependencia de los ejemplares de la raza respecto a la escopeta. La indisciplina merece la penalización como mínimo y la descalificación en nuestras pruebas de perros para cazar en terreno abrupto.

    En el fondo, el Círculo busca y merece integridad en los aspirantes a ser sus socios. Cazadores entregados a la mejora y selección exigente de la raza. Como grupo, ya tuvimos la experiencia de aconsejar la salida de algunos socios no deseados. Después de dos años, los apartados del grupo que buscaban fiestas y risitas, apenas deambulan por el panorama de la caza sin reconocimiento, sin aportar nada a la raza. El estrategia de la calidad del Círculo surte su resultado, pues disfrutamos con nuestros perros en las pruebas de caza y tenemos todos los años nuevas incorporaciones de jóvenes socios y más solicitudes de inscripción. No buscamos oportunistas, ni trucos que a ojos vistas quedan en evidencia. En adelante, la sección de ‘fuera de concurso’ (como ya sucediera en Murcia) será la clase para no registro de estos perros ajenos al programa de selección. Cuando uno de los cazadores que componen nuestra sociedad o un nuevo participante, decide inscribirse en nuestras pruebas, debe prevalecer el respeto a las normas del grupo y por el tipo genuino de la raza. Es difícil decir ‘no’ a los perros cruzados cuyos propietarios se ven atraídos por nuestro grupo. Sin embargo, acudir a una de estas pruebas con un perro mestizo evidente, muy probablemente diferente o mestizado a sabiendas, es claramente una falta de respeto al grupo. Por parte del juez responsable de la admisión, dar el placet al desajustado en tipo y raza, también significa no respetar el trabajo colectivo conseguido, la aportación de muchas personas que con sus posibles, dinero y esfuerzo refuerzan el número y la categoría de los ejemplares de la raza.

    Entre las ascuas del salón de hotel de Ametlla de Mar y los espinos del coto Pons, los directivos del Círculo tomaban una decisión drástica, que vale la pena adelantar en esta crónica: la renuncia a colaborar con el Libro de registro de la Raza Pachón Navarro que promueve el Gobierno de Navarra. La Consejería de Agricultura de la comunidad autónoma tomó la inédita decisión de duplicar los registros del libro oficial de la raza con la participación de dos asociaciones, una de ellas de ámbito canino general de todas las razas y otra especializada, nuestra entidad Círculo de Cazadores. El tiempo ha demostrado que nuestros peores augurios de registros incontrolados y genealogías contaminadas han ocupado el plan oficial, que el Círculo no quiere compartir. La decisión ya es conocida por los funcionarios del Gobierno de Navarra y el Círculo comunicará durante el mes de junio a socios y aficionados su posición de colaboración exclusiva con la Real Sociedad Canina de España. Y la apertura de un Libro propio de registro vía pruebas de trabajo para perseguir control racial, calidad funcional , aptitudes para la caza y selección de sangres.