Se dan muchas condiciones para que el Círculo de Cazadores y Criadores del Pachón Navarro repita en los próximos años pruebas como la que se celebró por primera vez el 22 de abril de 2007 en Ágreda (Soria). Resultó simpática, entrañable y bien organizada. El clima acompañó con un día soleado, temperatura suave y con viento. Una veintena de pachones participantes y tres campos de bella disposición pertenecientes a la Sociedad de Cazadores de Tarazona, en la provincia de Zaragoza.
La primavera de Castilla parece comenzar tras las lluvias de abril y resulta efímera. Los hombres del terreno estudian el tiempo de enero para pronosticar qué pasará en la primavera, época clave en esta Castilla del cereal y el secano. Cazamos en las faldas del Moncayo, a la vera de las nieves, en un terreno accidentado con una orografía que parecía creada para desenvolverse bien con nuestros perros.
Observados desde la ladera de enfrente por un público entendido e interesado, los conductores cazaban simulando un día real de caza. Habíamos estudiado la fecha buscando el creciente de la luna y barruntando el sol... y acertamos. Además la providencia nos premió con un vientecillo a favor de los cuarteles de caza, que era una bendición para adultos y cachorros. Ágreda está en un enclave muy bien comunicado, en una zona agreste sin contaminar aún, de altitud media y clima especialmente agradable por estas fechas. A mitad de camino de núcleos importantes para el Pachón como Aragón, Navarra, Castilla-León, la Rioja, Madrid, zonas de donde principalmente se nutrió la prueba. La participación social de las sociedades de caza de la comarca y los medios locales aconsejan repetir la convocatoria con el mismo espíritu y resultados.
El alma de la prueba fue el omnipresente Raúl Pascual Cacho –delegado del Círculo- que parecía velar por todos nosotros, con su sonrisa permanente y su mirar tímido de honesto cazador. Raúl y la Sociedad de Cazadores de Ágreda no dejaron nada a la improvisación y todo parecía discurrir de una forma tan sencilla que daba gusto estar entre estos entusiastas de los perros en general y de los pachones en particular. El presidente de la Sociedad deportiva de cazadores de Ágreda, Javier Ruiz, durante la entrega de trofeos tuvo unas palabras de elogio para el movimiento de la raza y de especial agradecimiento a la junta directiva de la agrupación de cazadores y tiradores de Tarazona, especialmente a su guarda Jose Luis Soria, que ha estado siempre a nuestra disposición. Un equipo bien resuelto formado por Juan Ignacio Espuelas, su novia Lorena del Río, Gabriel Cacho y su sobrino, los soltadores de Ágreda y los tiradores de la Sociedad de Tarazona nos lo pusieron fácil en todos los momentos del día. Incluso cuando con destreza afilaron la puntería con codornices de vuelo escaso. La comunidad autónoma de Aragón acierta al permitir en este contorno pruebas de caza sembrada. Terreno de ladera suave, con vegetación arbustiva de tomillos, esplegar, ajedrea, romero, en unos campos. Erial a pastos en el principal de la clase Selección, más abierto. La ladera la destinamos a la Clase Trabajo (más de cuatro años); otro cuartel -con pradera- para cachorros (juez Carlos Contera); un campo más grande para la clase Selección (juez Jordi Espuny) y una zona aparte para filmar y imágenes destinadas a la renovada web del Círculo a cargo de Juan José G. Estévez.
En el plano de los perros participantes, la clase de más de cuatro años reunió pocos perros, como viene siendo habitual. La presencia de dos ejemplares importantes de la raza le comunicó nivel: Alajú Celta, una hembra que demostró excelentes aptitudes, aunque está un poco fuera de forma y Alajú Argos, uno de los tres sementales recomendados por el Círculo, que empezó furioso y se fue metiendo en el estándar hasta rematar un par de lances de bella factura entre espliegos altos. También participó una perra que ha producido dos camadas en la provincia de Zaragoza, Alajú Tralla, muy cazada al pelo donde según José Cardona es una maravilla, con gran método de busca y escudriñándolo todo, con perfecta distancia y ritmo, aunque con muy pocos vientos por alto tan necesarios en estas pruebas breves. Lástima que estas perras de tanto estilo se crucen con cualquier perro. Aquí es necesario recalcar que estas reuniones y la actividad del Círculo se promueven precisamente para que los cazadores participen en los objetivos de mejora de la raza y no se desvíen produciendo cachorros peores que sus madres. El Círculo ya dispone de tres machos oficialmente recomendados a disposición de perras examinadas en pruebas de trabajo.
Los perritos nacidos en primavera del año pasado, llegan a estas pruebas con una edad de transición y el dueño generalmente prefiere incluirlos en la clase cachorros, aunque las perras de los señores Barrios y Valdominos demostraron compostura para ser calificadas en clase selección, gran trabajo de ambas, especialmente de la ‘Fala’ que nos encantó por su equilibrio, parada y estilo. Participó también ‘Alajú Metro’ un macho muy típico de Valentín P. Escolar, con buenas facultades y menos recorrido, aunque es un macho que ya cazurrea con ocho meses, para espectacular y es extremamente dócil. El mejor nivel de nariz, muestras y guías lo aportó en este campo una perrita de solo ocho meses ‘Alajú Nuka’ de Maciste Argente (Valencia). La cachorra entraba de pico a las codornices parándolas a quince pasos, con muestras muy firmes, buen cobro y guías tensas que transmitieron emoción en un producto tan joven.
Nuestro tirador -que hasta entonces había guardado verdadero silencio- explotó un par de veces al ver aquellas posturas, con esa espontaneidad del ¡Vaya muestra! El campo de Selección aconsejaba juzgar algunos perros en el cuartel de ladera. Al que llegó la ya vista hembra de Iván Pérez ‘Alajú Emma’... y allí se armó el taco. La perra acude con trece meses a una caza que domina; el público parecía pendiente de ella; ha desarrollado velocidad y hace ostentación de una nariz privilegiada. Para estas pruebas tiene ventaja por su rapidez de movimientos, aunque obedeció y trajo peor de lo que solía, así que sus aptitudes naturales se pueden estropear por manejo.
Resuelve por arriba y cuando la pusimos con rabo a viento, rastrea impecable para encontrar. Localizó bien siete codornices con trote largo y paradas electrizantes a fuerte distancia. Para disfrutar. Desde el punto de vista de la cría, las dos perras con más vientos de las vistas en este campo resultaron ser hijas del mismo padre –Alajú Doble- así que pienso este perro está aportando sobre la media de la raza una mejora de nariz por alto, que combina con pasión y dureza.
En el campo de selección también vimos pachones muy interesantes. A parte de A.Emma (I. Pérez) que también formó el taco en este campo, disfrutamos de una gran ´A.Fala´ (M. Barrios), la incansable A.Sila (Pedro Valdemolinos) y el soberbio A.Sol (Valentín Pérez) con un trabajo seguro, rápido y fácil. Gozamos también con A.Quaya (Jordi Espuny) con un ritmo y distancia que parecen sacados del estándar.
Es de resaltar que los cuatro primeros perros en puntuación del campo de selección fueron hembras. Como ya hemos comentado antes, ellas son la llave para mejorar la raza. Tenemos que conseguir hijos al menos tan buenos como estas madres y para ello la elección del macho con el que cubrirlas es esencial y debe estar sujeto a criterios técnicos y bien fundamentados.
Fueron muchos perros los que compitieron en el mismo campo y los rastros y pelotazos de otros lances anteriores fueron contaminando la zona. Esta mezcla de olores nuevos y viejos, nos permitió dilucidar qué perro era capaz de desechar con rapidez pistas antiguas inservibles para él. La “muestra carnicera” y práctica que nuestros perros poseen , le permiten resolver con soltura y no quedarse “embobado” en una muestra sin fin que favorece la huída ´a peón´ de la posible pieza. Las codornices no eran buenas, volaban casi todas pero con vuelo corto y perfectamente asequible para ser atrapadas a diente por un perro con afición, después de un deficiente primer vuelo. Para otra ocasión, nos gustaría aun más una prueba con perdiz, ya que da mucho más juego y dificultad que la atolondrada codorniz. Este es de los poquísimos puntos a mejorar por una organización ejemplar, ilusionada por hacerlo bien y apasionada por los perros y la caza. Nada más que con el aplauso que dedicó el colectivo de participantes y premiados a Raúl, Juan Ignacio y compañía vino a demostrar el interés con que se siguió la prueba y lo agradable de la reunión para todos los asistentes.
Esperamos que esta prueba se convierta en un clásico, en una reunión inexcusable para los pachoneros de esta zona de España y para algún que otro valiente que se apunte desde más lejos.
Carlos Contera Alejandre
Jorge Espuny Rodríguez